la distancia entre la pared y mi nariz, la distancia entre la profundidad de tu piel y la levedad de los cuerpos, la distancia entre la oscuridad y el cigarrillo que los transeúntes piensan en fumar, la distancia entre mis pensamientos y los sentimientos del árbol que duerme tranquilo frente a mi ventana.
"El árbol se refugió en la hoja, y la hoja en el árbol, la casa en la puerta y la puerta en la casa. Después vi al árbol hecho hoja y la casa hecha puerta. Desde entonces tuve que hacer un esfuerzo para no refugiarme en mis manos".
–Juguemos. Si yo soy un gran pianista... –Si eres un gran pianista, y te corto un brazo... ¿qué haces? –Me dedico a pintar. –Si eres un gran pintor, y te corto el otro brazo... ¿qué haces? –Me dedico a bailar. –Si eres un gran bailarín y te corto las piernas... ¿qué haces? –Me dedico a cantar. –Si eres un cantante y te corto la garganta... ¿qué haces? –Como estoy muerto, pido que con mi piel se fabrique un tambor. –Y si quemo el tambor... ¿qué haces? –Me convierto en una nube que tome diferentes formas. –Si la nube se disuelve... ¿qué haces? –Me convierto en lluvia, y hago que crezca la hierba. –¡Ganaste! Me sentiré muy solo el día que no estés. –Si algún día te sientes solo, busca la maravillosa ciudad de Tar.
«Yo moriré y nadie se acordará de mí. De mí… »
No, Lis, yo me acordaré de ti e iré a verte al cementerio con una flor y un perro, y en tu funeral cantaré, aquella cancion que dice
"¡qué bonito es un entierro!"
Ayer vi esta película (Fando & Lis) y nisiquiera la pude terminar. Pero cada segundo me dejó sin aliento, cada segundo me hizo vibrar, cada segundo fue genial.
Gran habitación blanca, pintura fresca. Mujer desnuda, posición fetal, punto central. No hay puertas, no hay salida. Grita y rabia y llora. Araña y golpea, sangra. Mucha sangre. Impotencia.
a ti y a toda la comunidad reyrojina. (preferiblemente escuchar bob dylan)
EL dolor que he tenido estos días ha sido muy grande, pero también se nos fue un grande, mi magnífico director, mi querido profesor, mi amigo, el gigantesco Constantino.
No pude ver tu rostro, ni en tu velorio ni en tu funeral, necesitaba despedirme de ti. Hace pocos minutos leí un post sobre tu partida, este no era de nadie más que de mi cuñado, tu ex-alumno. Y recién al momento de leerlo pude descargar mis ojos cargados. Estaban llenos de rabia, de pena, de muchas lágrimas. No los había podido vaciar por completo, solo unas pequeñas gotas que surgieron varias veces al darme cuenta que te habíamos perdido. El post de verdad me tocó, me sentí muy identificado, creo que cualquier alumno reyrojino de verdad, hubiera sentido lo mismo.
Constantino te escribo ahora yo también para despedirme de ti, porque creo que de otra manera no lo podría hacer: Carvallo, has sido un ejemplo para mi y para muchos. Admiro, tu constante lucha por sacar la educación del país adelante, por tratar sacar el país en sí adelante, por defender tus ideales hasta el final sin importar nada, tu pasión por educar, la pasión que compartíamos por el saber, por el cine y por el mejor equipo del Perú. Nunca te rendías, aceptaste a miles de sinvergüenzas que nadie daba ni un real por ellos, y tú en tu colegio los aceptaste y los educaste (o por lo menos lo trataste). No creías en las barreras sociales e hiciste del colegio un lugar donde encontrabas a gente de todo tipo, aprendimos muchos a no discriminar, nos enseñaste a no molestar por ningún motivo, tus discursos moralistas nunca acabaron, cuantas cosas nos enseñaste. Nos hiciste crecer en un lugar diferente, en un lugar mejor, creaste un sentimiento, una forma de ser, una comunidad.
Pacifista de aquellos, filósofo, lector empedernido, cinéfilo, gran educador.
Las palabras no me están saliendo como quisiera pero igual necesito hacer esto.
Nos enseñaste tantas cosas a tantos, aprendí a ser un mejor ser humano, muchos lo hicimos, nos has dejado una huella totalmente visible, palpable, Constantino de verdad haz trascendido de una manera inimaginable.
Tus clases, tu ironía, tu risa, tus ojos.
Tenías la capacidad de hacer que un alumno se orine de miedo o de risa, de enternecer a uno o de aterrorizarlo. Los recuerdos que tengo tuyos son demasiados como para hablar de cada uno, simplemente los guardaré preciadamente.
Recuerdo que me dijiste después de un incidente y una confusión, que la opinión que tenias de mí era la mejor posible, que era el ejemplo del alumno reyrojino y que si hubieran más personas como yo en el mundo, probablemente cambiaría, siempre voy a cargar con ese peso, y ojala siempre sea lo que querías para el mundo, lo trataré pero siempre siendo yo, haciéndolo a mi manera, creciendo, cambiando.
Me dabas paz, cuando estaba cerca de ti me sentía seguro de toda la mierda de este mundo. Hubieron dos intereses que nos acercaron más: el cine y la filosofía; compartimos películas, debatimos acerca de ellas, nos recomendamos mutuamente, me mostraste al magnífico kaurismaki; y la filosofía, entrando a quinto mi interés creció enormemente, y tu estabas ahí para instruirme, para acompañarme en mi búsqueda, para conversar.
La bondad irradiaba de tus ojos pacientes. Cada vez que compartía tiempo contigo, sentía aprendía algo. Nuestras esporádicas conversaciones me satisfacían de una manera increíble, te admiraba, se me perdían los recreos conversando contigo, y como el tiempo vuela Constantino, como vuela.
Creo que si no acabo este texto acá nunca lo haré, así que adiós gran hombre, adiós.
En el mismo río entramos y no entramos, pues somos y no somos.
Y me alejo un poco Y me alejo un poco Y me alejo un poco Y me alejo un poco (La cámara se aleja un poco)
Las escenas se repiten
No me encuentro, te espero. Atracción única, ojala superes las trabas.
Ya no tengo nada que hacer acá. Me cuesta respirar y quiero escapar.
Y me alejo un poco Y me alejo un poco Y me alejo un poco Y me alejo un poco (La cámara se aleja un poco)
Las escenas se repiten
En esos momentos quiero desaparecer y desaparezco.
Soy un fantasma, penetro las calles mojadas, las atravieso, me atraviesan. Tristezas regadas, me conecto con la desgracia, faroles nocturnos (zoom) me guían.
Bueno, ¿que se puede decir? ¿que no se puede decir? Me siento una vez más sobre el mismo asiento inmundo, el mismo teclado negro marca genius probablemente fabricado en china y la misma arcaica pantalla.
Me siento un poco atontado estos días, mi relación con el exterior se deteriora un poco, no comprendo como comunicarme, como actuar.
Siento que estoy dentro de una pileta, y el agua me separa del mundo, de la “realidad”.
Me echo en mi cama, tomo la posición fetal y muero y muero y muero
(sí muero tres veces)
Me drogo un poco y muero y muero y muero y me desconecto de una forma indescriptible, me conecto. (muero tres veces más)
Tomo una mano y acaricio la pared, fría y blanca, muero y muero y muero. (tres veces más)
Me miento un poco, me alejo un poco, me la creo un poco, soy un iluso, un iluso señores y señoras, y muero y muero y muero (un poquito más)
No dejo de morir, no dejo de morir, cada vez que muero vivo un poco más.
Sonidos sentidos y miles de sonrisas idiotas que me rodean
Las falsedades y caretas ya no son algo anormal, son algo que hay que lograr, algo por lo que hay que pelear, todos buscan una mentira y la mayoría se las cree, yo supongo que también me la creo…
Cada vez me entiendo un poco menos, cada vez me entiendo un poco más
Locura viajan en mi mente, pensamiento un poco morbosos y malignos, perversos (creo seria la palabra) Perversiones abstractas, irreales quizás, las formas y las palabras se deforman, se trasforman logrando algo que claramente no se puede describir…
No hay que poner puntos finales… que la fiesta continué… la vida continua muchachos…
Ya no sé que hacer, en quien creer. Cada día que pasa, me alejo un poco de todos, me escondo y me da miedo
. . .
Ya no sé que hacer, en quien creer. Cada día que pasa, me encanto un poco más por todos y por mí y por ti tal vez
.
.
.
Ya no sé que hacer, en quien creer. Cada día que pasa, me decepciona un poco más el mundo y yo y tú probablemente
.
.
.
Ya no sé que hacer, en quien creer. Cada día que pasa, me oculto en tu sonrisa y busco pretextos con que idealizar (te)
.
.
.
Ya no sé que hacer, en quien creer. Cada día que pasa, me creo un poco más mis mentiras y me resulta difícil saber si me gusta algo en realidad
.
.
.
Ya no sé que hacer, en quien creer. No sé si me resulta más placentero dormir o comer, ver o escribir, leer o acariciar, drogarme o callar…
No se exactamente porque escribo en este momento, la verdad es que no tengo ánimos de hacerlo pero igual lo estoy haciendo, casi como un impulso involuntario, algo natural.
Callo, observo, camino
Ya no reconozco el camino ni las estrellas
Las teclas se ven interesantes, mis dedos las enamoran.
Rio, salto y muero.
Y quisiera renacer y quisiera poder acariciar a alguien o simplemente a la pared.
Es pesada la carga, algunos sobreviven.
Semáforos, elipsis y guerra
Siento una especial fascinación por los encuentros tácitos, los movimiento que no se llegan a realizar y las calles un domingo de invierno en madruga.
Rostros miserables Y animas descompuestas. Beto me dijo que no sabía leer. Destrozado y putrefacto, camino invertido. No me reconozco, No te reconozco. No me hallo, No te hallo. Lets talk about movies, se escuchaba…. Tú no dejabas de llorar, no dejabas de reír Y Yo no dejaba de morir. El viento me envuelve en una cortina perversa. Mi mente se cierra, Mi alma se abre, Yo, . . . Ya no rió más.
Me caí, sentado, dolió y lo siguiente que vi fue el rostro de la muerte. No sabría describirla, era más que física, una fuerza, una energía en blanco y negro. Me tomo y me levanto. Lo siguiente que recuerdo fue un olor putrefacto, y una oscuridad casi total, las imágenes que llegaban a mi cerebro a través de mis ojos no eran más en colores, eran en un blanco y negro bastante distorsionado. Poco a poco las imágenes se hicieron mas claras y logre ver algo. (No sabría decirles si todo esto lo soñé o lo viví, o estaba muy dopado) Logre ver una especie de atardecer gótico con miles de paracaidistas. Los paracaidistas sangraban, mucho, y botaban bombas de humo. Yo estaba en medio de un espeso bosque y sentía la textura de las hojas secas abajo mió. De pronto, unos 5 sujetos (con ropajes místicos) me tomaron de los brazos y me llevaron a una cueva. Allí me golpearon sin cesar y me acuchillaron, no se porque no podía defenderme en lo más mínimo, simplemente no podía. Quede inconsciente. Desperté y me encontré colgado en un árbol, me sostenían dos ganchos que me atravesaban la espalda y sangraba y sangraba, mucho. Niebla.
Dolor. Mi alma vaga, va y viene, las emociones se escapan. Calma.
Necesito, te necesito.
El deseo, el deseo, el deseo. La diosa cipris me reprende.
La naturaleza, La naturaleza prevalece ante todo, la primavera reina.
Mi alma esta oprimida por el deseo, las ansias, y mi corazón está lleno de tenebrosos pensamientos. La oscuridad me susurra, la vida descansa (también se cansa).
El mar existe.
Lo que vivo es un gran espectáculo de sombras y amores, me derrito. Sentimientos, sin aliento. Mis ojos no ven, se cierran por todos tus pensamientos, los oídos me zumban. De veras, quisiera morir.
Desentendimiento, todo es una gran cadena de pensamientos. Escucho risas.
Simultaneas maldiciones, olvidos, tradiciones y ecos y el tiempo y ¿Cuál es la verdad?
Todo es igual, un mismo elemento (¿agua?) Rostros fusiformes giran dentro de mi cabeza, en mis pensamientos, dan vueltas y se pierden y colores y música (psicodélica) y giran y giran y persona.
Largos negativos, tal vez infinitos. La luz se proyecta en la pared, y mis pensamientos se proyectan en mi ser.
La psicodelia y los rostros. Todo se desencadena. Todo muere, todo vive.
Lento, Lento, Lento, Lento. Y me sumerjo, Me sumerjo en el pozo. La niebla. El río me lleva. El tiempo. Y amanece y la niebla Y El tiempo. El agua.
La gente respira falacias pero yo trato de no respirarlas (algunos tratan, a algunos no les importa). Lo que busco no esta ahí, o por lo menos eso es lo que creo, ¿Qué es lo que busco? ¿Trato de esconderme?, ¿de escapar?
No lo sé, bueno ¿me tengo que comer alguna mierda no? Esta parece la menos falsa, la más real.
Los ojos quieren dormir, mi mente quiere morir pero a la vez quiere simplemente no dormir, ¿vivir?
Ojos descargados, miserias parcialmente hechas maravillas, el hielo se derrite, algunas mentes practican esa ciencia,
la filosofía del dizque vivir.
Divago entre caminatas, alcohol y otras sustancias… . . . . Divago y pienso y pienso y sueño, sueño despierto… . . . Muero y vivo; muero y vivo; todo el tiempo.
El tiempo me atraviesa, el tiempo me consume (me descarga), El tiempo me atrapa en su cauteloso juego.
Estaba medio dormido, medio despierto; estaba medio vivo, medio muerto. Me encuentro repentinamente en una calle interminable, una calle con una cara poco agradable, la luz es tenue, mi voz se escucha leve. No logro hallarme a mí mismo, comienzo a hacerme preguntas en voz alta, vuelve un ligero eco. Desaparezco.
Me encuentro repentinamente en un cuarto infinito, el cuarto es de todos los colores y de ninguno. Mi voz ya no se escucha y mis pensamientos ya casi tampoco. Camino. Pareciera que no me muevo, pienso. Desaparezco.
Me encuentro repentinamente en todos los lugares en los que he estado y en ninguno (¿es lo mismo?). Ya casi no estoy vivo, mi cuerpo a penas se siente, mis pensamientos ya no se entienden.
Combatiendo al poderoso calor, por fin llega. Me subo y no hay asientos, mis piernas no aguantaran mucho pienso, mientras una señora con una gran bolsa pestilente me empuja sin intención. Vuelvo a la realidad, ya no estoy en mis pensamientos. De pronto se baja un extraño sujeto (consumido y triste), logro agarrar el sitio.
Mientras me voy sumergiendo en mi mundo, en mis pensamientos, se sube una chica joven, como de mi edad, me desconcierta. Esta se sienta a dos asientos de mí a la derecha. La miro, me mira. Jugamos ese juego sigiloso por 20 minutos. Me vuelvo a sumergir en mi mundo, en mis pensamientos. De pronto vuelvo a pensar en la chica, que extraño encontrar a alguien tan particularmente bella para mí en este asqueroso “micro”. Mi mente vuelve a la desagradable realidad, me paro con convicción, para hablarle a mí “ninfa” de 20 minutos. Ya se había ido.
Siento como el tiempo pasa, pasa a mi alrededor, sin mirarme, sin fijarse, simplemente pasa y pasa. Me tiene sumergido en un aura de paz, me tiene un poco alejado de todo y de nada. Me siento a la espera de que mi vida se convierta en algo más, en algo menos inutil, pero el tiempo sigue pasando y yo sigo viviendo, sigo en el arduo camino del vivir, del día a día. Se va desmoronando todo, la gran torre se cae y solo queda el polvo. Todo es polvo.
Veo rostros lejanos y sombras paralelas. Escucho la incesante voz de la venganza y se aparecen 2 sujetos con aspecto gracioso y entrañable mirada.
Atónitos los semáforos al escuchar al matar rondar, deslumbradas las praderas al sentir a las parejas copular. Una paz se siente al mirar el sonido del viento y escuchar a los árboles mirar.
Extravagantes las casas y potentes las carcajadas.
Dichosas las ancianas se sienten al comentar.
Misteriosos los pájaros al anochecer, indigestiones vienen con la verdad y el amar.
El lapicero no vacila al apuntar, el papel no se obsesiona con el morir ni entiende el vivir.
Describo cosas abstractas para tratar de despegar.