MUSICA LENTA
Para que tú entres,
a veces de tristeza, el corazón se me abre.
Como una puerta tímida,
para que tú entres, el corazón se me abre.
Pero tu no vienes,
no vuelas más sobre los campos.
En vano mi corazón se asoma.
Pasas de largo,
como si el viento
soplase sólo para allá.
Pasa la mañana y no viene la tarde.
Y el corazón se me cierra,
como una mano sin nadie, el corazón se me cierra.
LA LAMPARA
Como la lámpara olvidada
arde invisible en el día,
así mi corazón se ha consumido
sin que tú lo vieras.
Mas ya pasaron para ti las mieses,
y tardo los años,
yo sé que ahora
tus ojos buscan
las huellas bermejas de mi pasión.
Es tarde:
mi corazon calcinado
apenas soporta tus cenizas
y aunque estás cercana,
y quiero llamarte
mudas están las hogueras
donde antaño ardieron
airadas voces tiernas.
Mi tristeza ya no puede
ni con el peso del rocío.
Es tarde:
la vida se gasta en actos vanos;
todo acaba en fantasma.
Es tarde:
detrás de mis ojos
ya no hay nadie.
LOS ADIOSES (1960)