"El árbol se refugió en la hoja, y la hoja en el árbol, la casa en la puerta y la puerta en la casa. Después vi al árbol hecho hoja y la casa hecha puerta. Desde entonces tuve que hacer un esfuerzo para no refugiarme en mis manos".
–Juguemos. Si yo soy un gran pianista... –Si eres un gran pianista, y te corto un brazo... ¿qué haces? –Me dedico a pintar. –Si eres un gran pintor, y te corto el otro brazo... ¿qué haces? –Me dedico a bailar. –Si eres un gran bailarín y te corto las piernas... ¿qué haces? –Me dedico a cantar. –Si eres un cantante y te corto la garganta... ¿qué haces? –Como estoy muerto, pido que con mi piel se fabrique un tambor. –Y si quemo el tambor... ¿qué haces? –Me convierto en una nube que tome diferentes formas. –Si la nube se disuelve... ¿qué haces? –Me convierto en lluvia, y hago que crezca la hierba. –¡Ganaste! Me sentiré muy solo el día que no estés. –Si algún día te sientes solo, busca la maravillosa ciudad de Tar.
«Yo moriré y nadie se acordará de mí. De mí… »
No, Lis, yo me acordaré de ti e iré a verte al cementerio con una flor y un perro, y en tu funeral cantaré, aquella cancion que dice
"¡qué bonito es un entierro!"
Ayer vi esta película (Fando & Lis) y nisiquiera la pude terminar. Pero cada segundo me dejó sin aliento, cada segundo me hizo vibrar, cada segundo fue genial.
Gran habitación blanca, pintura fresca. Mujer desnuda, posición fetal, punto central. No hay puertas, no hay salida. Grita y rabia y llora. Araña y golpea, sangra. Mucha sangre. Impotencia.